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Mito IV: Las Vacunas Contra El COVID-19 Se Precipitaron

Las vacunas contra el coronavirus han sido bombardeadas por una serie de rumores y mitos que, lamentablemente, han minado la confianza del público, incluso de aquellos que confían y comprenden el proceso científico y tienen experiencia médica. La mejor manera de hacer frente a estos mitos es con hechos, ¡y nosotros nos encargamos de llevar la ciencia hasta ti!

Antes de la vacuna COVID-19, la vacuna más rápida jamás desarrollada se hizo en cuatro años, y se utilizó para tratar las paperas en la década de 1960. Por lo tanto, cuando el Reino Unido aprobó el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer/BioNTech el 2 de diciembre de 2020, hubo mucha especulación sobre la seguridad de las vacunas. La gente cree que la vacuna COVID-19 se desarrolló de manera apresurada, por lo que no es segura y no se puede confiar en ella.

La verdad:

El desarrollo relativamente rápido de la vacuna COVID-19 sólo se logró gracias a los avances en la ciencia de las vacunas basadas en ácidos nucleicos, la colaboración mundial y la disposición de los voluntarios a participar en los ensayos de la vacuna [1].

Estas vacunas parecen que se han creado en un lapso de tiempo relativamente corto con una tecnología "nueva" como el ARNm. Sin embargo, las vacunas basadas en ácidos nucleicos se llevan desarrollando desde hace más de tres décadas; lea nuestro post para obtener más información. Los científicos han estado trabajando en estas técnicas terapéuticas y han expresado su confianza en su uso a través de muchos ensayos científicos rigurosos. Hay más información sobre los pasos para crear una vacuna en nuestro artículo y en nuestro vídeo.

Al tratarse de una preocupación global, hubo a una mayor financiación y colaboración entre los científicos de todo el mundo. En lugar de competir entre ellos, esta colaboración fue la clave para combatir este virus mucho más rápidamente. Además, el hecho de que China aislara y compartiera rápidamente la información genética permitió a los científicos de todo el mundo iniciar el desarrollo de una vacuna mucho más rápido.

Es importante señalar que los coronaviruses no son nuevos para la humanidad. El SARS en 2002 y el MERS en 2012 hicieron mucho daño a la población china y árabe [2]. Por ello, en la última década, los coronaviruses han sido objeto de un intenso estudio. Estos estudios ayudaron a los científicos a descubrir la proteína de espiga, que sentó las bases de la actual generación de vacunas contra el COVID-19; véase más información sobre la proteína de espiga aquí. Desgraciadamente, la historia de la investigación y el desarrollo que hay detrás de las vacunas nunca se ha dado a conocer adecuadamente, lo que da lugar al malestar de la población mundial.

Otro componente vital fue la disposición de los numerosos voluntarios para participar en los ensayos de la vacuna [1]. Esto permitió generar rápidamente datos sobre su eficacia. Históricamente, el acceso a los datos de los medicamentos y las vacunas se ha limitado a las publicaciones de artículos de revistas, que son de difícil acceso [1]. Sin embargo, ahora hay varios sitios web que facilitan la transparencia de los datos, por lo que acceder a ellos es muy fácil, tanto si se forma parte de la comunidad científica como si sólo se está interesado en estar al día de los ensayos clínicos.

Aunque la vacuna parezca "apresurada", todavía tiene que pasar los requisitos para ser aprobada por los organismos reguladores sanitarios internacionales. Para entender estos requisitos, permanece atento al post de la semana que viene sobre este procedimiento.


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Escrito por: Phaedra

Editado por: María y Natasha

Traducido por: María


BioDecoded es un grupo de voluntarios comprometidos a compartir información científica precisa. No podemos ofrecer ningún consejo sanitario específico. Si tiene dudas sobre vacunarse debido a problemas de salud previos, hable con su profesional sanitario o médico de familia. Su médico puede revisar su historial médico y aconsejarle sobre el mejor camino a seguir. Si tiene alguna pregunta sobre este tema, por favor escríbela en los comentarios o envíanos un correo electrónico.


Referencias (inglés):

  1. Tanveer S, et al. (2021). Transparency of COVID-19 vaccine trials: Decisions without data. BMJ evidence-based medicine 27:199-205. Available at: https://ebm.bmj.com/content/27/4/199

  2. Al-Osail, A. & Al-Wazzah, M. (2017). The history and epidemiology of Middle East respiratory syndrome coronavirus. Multidisciplinary Respiratory Medicine 12, 20. Available at: https://mrmjournal.biomedcentral.com/articles/10.1186/s40248-017-0101-8


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