Desde que se identificó el primer caso de COVID-19 en diciembre de 2019, la pandemia ha tenido un impacto significativo en varios sectores de la economía y servicios sanitarios de todo el mundo. También ha tenido un impacto sin precedentes en las transfusiones y extracción de sangre debido a las interrupciones a gran escala de la oferta y la demanda. Aunque esta interrupción se ha mitigado en parte por el aplazamiento de cirugías electivas, sigue habiendo una demanda persistente de sangre. Por lo tanto, es fundamental comprender las causas subyacentes del descenso de las donaciones y sus posibles consecuencias.
Las investigaciones realizadas en Hong Kong [1] y China [2] han sugerido que la ansiedad y el miedo a contraer el COVID-19 disuaden a las personas de donar sangre. Las medidas de distanciamiento físico, el miedo a reunirse en espacios públicos y la desinformación sobre los métodos de transmisión de la enfermedad también son factores contribuyentes [3,4].
Antes de la pandemia, la mayoría de los centros de donación de sangre dependían de los donantes jóvenes para mantener un inventario adecuado, siendo los centros educativos los principales destinatarios de las donaciones. Al principio de la pandemia de SARS-CoV-2, muchos centros educativos cerraron o se trasladaron a plataformas de aprendizaje virtual, lo que hizo casi imposible las campañas de donación de sangre, además de que los donantes y los empleados contrajeron el virus y, por tanto, se produjo una disminución del inventario y del personal de los centros de sangre disponibles.
Sin embargo, la OMS proporciona directrices sobre cómo deben funcionar los centros de extracción de sangre durante brotes de enfermedades infecciosas. Las medidas sanitarias recomendadas se aplican a los centros públicos, ya que éstos, a diferencia de los centros médicos, no están destinados a la atención de pacientes agudos. En primer lugar, destaca la importancia de informar a los posibles donantes de las razones por las que deben posponer sus visitas a los centros cuando se sientan mal. En segundo lugar, deben tomarse medidas para que el personal aplique procedimientos de protección para garantizar la seguridad de los donantes y del personal durante la donación de sangre.
El COVID-19 no se transmite por la sangre porque las células sanguíneas no tienen los sitios de unión para este virus, a diferencia de las células del sistema respiratorio y digestivo [5]. Más información sobre cómo se transmite el virus aquí. Sin embargo, algunas de las precauciones para evitar la contaminación son [6,7]:
Educar a los donantes sobre los procedimientos para evitar la contaminación.
Autoexclusión de los donantes de riesgo.
Distanciamiento físico entre donantes.
Uso de equipos de protección personal.
Aplicación de medidas de seguridad en el área de donación de sangre.
Prestación de servicios de cuarentena para los distintos componentes de la sangre.
Tecnologías de inactivación de patógenos.
Seguimiento de un sistema de hemovigilancia.
Cada paso desempeña un papel en la mejora de la seguridad de los donantes y del personal, y en la prevención de la entrada de unidades contaminadas en el suministro de sangre [8].
Existen medidas necesarias para donar sangre de forma segura. Aunque se hayan pospuesto algunas cirugías electivas, la sangre sigue siendo muy necesaria en muchas situaciones. Si quieres leer más sobre el proceso de donación de sangre o por qué son tan importantes las donaciones de sangre, consulta los posts "¿Por qué son tan importantes las donaciones de sangre?", "El proceso de donación de sangre" y "¿Qué ocurre con la sangre que donas?".
Consulta tu centro de sangre más cercano y dona ahora, ¡la sangre salva vidas!
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Escrito por: Phaedra
Editado por: María y Natasha
Traducido por: María
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Referencias (inglés):
Leung, J. et al. (2020) “Impact of COVID19 - a regional blood centre’s perspective”, Vox Sanguinis, 115(6): 502–506. Available at: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/voxs.12558
Wang, Y. et al. (2020) "Impact of COVID-19 on blood centres in Zhejiang province China", Vox Sanguinis, 115(6), pp. 502-506. Available at: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7267653/
Chandler, T., et al. (2021). “Blood donation in times of crisis: early insight into the impact of COVID-19 on blood donors and their motivation to donate across European countries”, Vox Sanguinis, 116(10), 1031-1041. Available at: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8250750/#vox13103-bib-0008
Haw, J., et al. (2021). “Blood donation and the global COVID-19 pandemic: areas for social science research”,Vox Sanguinis, 116(4): 363–365. Available at: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7323148/
Why you won’t get COVID-19 from a blood transfusion (2022). Canadian Blood Services. Available at: https://www.blood.ca/en/stories/why-you-wont-get-covid-19-from-a-blood-transfusion (Accessed: 27 November 2022).
Mohammadi, S., et al. (2020). “Coronavirus disease 2019 (COVID‐19) and decrease in blood donation: experience of Iranian Blood Transfusion Organization (IBTO)”, Vox sanguinis. 115,595–596. Available at: https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/vox.12930
Masser, B. M., et al. (2020). “Exploring predictors of Australian community members' blood donation intentions and blood donation–related behavior during the COVID‐19 pandemic”, Transfusion, 60(12), 2907-2917. Available at: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32905630/
Sahu, K. K., et al. (2020). “Because every drop counts: blood donation during the COVID-19 pandemic”, Transfusion Clinique et Biologique, 27(3), 105. Available at: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7351037/
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